Los caminos guardan la distancia y diluyen las cercanías, las montañas y la luna pueden ser un momento tuyas aunque no sea de noche o estés en la llanura; los colores fluyen sobre la música.
El presente y el pasado doblan la esquina y los tenemos juntos en las manos para moldear el futuro. Escuchamos la voz del sol, el canto de la lluvia, el llanto de la noche, la sinfonía de la vida.
El fuego, la tierra, el viento, el agua conviven aquí con el elemento mágico... (¡La voz de los Dioses!) la música y de ahí comparten un ambiente, un estado de animo, una cualidad celeste, divina y terrena, religiosa y pagana a la vez.
Las voces ancestrales de Tenochtitlan se envuelven con un México moderno sintiendo así instrumentos comunes y sonidos mágicos habitando juntos la misma noche.
Aquí en los sueños, lo eterno tiene sentido, las sensaciones metafísicas y el pasado y un presente no menos glorioso se abrazan y besan en una sola palabra: MÉXICO.
Los caminos de la imaginación nos aguardan, nos conducen, nos llevan y aunque no todos seguimos el mismo camino, nos encontraremos juntos al Limite de los sueños.
Gonzalo Ceja
1) Comienza la batalla, el sitio hecho por las tinieblas comienzan a ser vulnerables y los mortales invocan al dador de la vida, las trompetas mayas anuncian la llegada de la luz: en la guitarra llega la mañana y la flauta anuncia: “Una luz se desprendió del sol”.
2)La melodía y el ritmo con ollas de barro negro, rojo y café recogen el rocío como “Una gota de luna”, envueltas con la dulzura de la ocarina triple.
3)Las sonajas y vainas con el llamado del caracol, invitan al “Mestizo” a recrear sus sueños guiados por la flauta triple y los teponaxtlis nahuas de madera.
4)La tierra, el lodo, las cañadas y los ríos, la selva y la montaña emergen perfectos con la música de piedras del “Camino a Lalana”.
5)Melancolía en el piano y lagrimas en los silbatos de barro evocan “El día en que el pájaro lloro” y coronado el recuerdo la flauta acuofona de el bebe que llora.
6)El caracol sangrado anuncia el ritual y el ritmo que lleva el tambor de agua maya hacen al “Danzante” Irradiar su fuerza cósmica.
7)Los colores del colibrí toman brillo con el sintetizador y su rápido vuelo se ve guiado con los caparazones de tortuga tocados con cuerno de venado y las lajas. La flauta inca de carrizo lo presenta “El festín del colibrí”.
8)La ultima noche juntos, la noche mas corta de todas y la que mas quedara en el recuerdo de el y ella, un mestizaje musical: “El adiós (el guerrero se va)” Ocarina Guerrero Jaguar Tolteca y piano.
9)La quena procesada invita a ver a través de “Ojos negros” un mundo blanco, alegre con ritmo de ollas y bombo leguero.
10)La voz humana, el idioma... Náhuatl: Piano y voces que le cantan a la estrella-mujer “Citlalli”
11)El piano descompone los colores en “La luz de Don Marcial” iluminando la Izoka náhuatl.
12)Los laúdes de la naturaleza: aves, silbatos, pitos, ocarinas; participa en “Cenzontle” pájaro de 400 voces.
13)Los sintetizadores nos transportan “Al limite de los sueños” arrullándonos con los tenabaris Tarahumaras de capullos de mariposas.
14)Sonidos de agua, con palo de lluvia y gotas de piedras. La lluvia le anuncia a Citlalli que su guerrero ha muerto. “Lo que dice la lluvia”.
15)Sonidos de música corporal y la canción “Voy mas allá”.
16)Después de “La conquista” el México mestizo, el México actual. Teponaxtli Olmeca, Náhuatl y Tolteca revisten las llamadas a la batalla.
Todos los temas compuestos por
Ceja – Dendara
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