CORCOBADO/A NADIE
Por Non Omnis Moriarte
Pocas veces se pueden contar más de 20 producciones discográficas en la carrera de un artista, más si consideramos que dicho hombre basa su vida en el ir y venir constante sobre los escenarios, el imaginario propio y, por si esto fuera poco, se dedica además en los pocos ratos libres que quedan entre disco y disco a la escritura de poemarios o novelas.
Pero Javier Corcobado es así, es un tipo al que le sobran las onomatopeyas, las abstracciones y las metáforas con las que suele mascar y escupir entre las nalgas de un verso; es el murciélago herido de nube que posee una arritmia única en el uso de un lenguaje que adoptó por necesidad (o viceversa), pero que para sus parasitarios fines de cantarle al todo y a la nada al mismo tiempo ha hecho suyo como nadie.
Desde hace mucho que Corcobado se instauró como uno de los músicos y compositores más emblemáticos de la España oscura, de esa otra España que habita los sótanos con sus plagas de andróginos seres que reptan lo mismo que se abrazan con las uñas recién pintadas de fracaso.
Nacido en Frankfurt, Alemania, Corcobado llegó joven a la Madre Patria para cogérsela por el culo desde entonces y donde pronto fue conocido, primeramente como el Duque del Ruido y posteriormente, con un título más soberbio, como el Príncipe del Underground.
Si se nos ocurriera un concurso para definir quién puede poseer el epígrafe del “Cantautor más pacheco”, seguramente Corcobado estaría entre los finalistas. Sus primeros materiales discográficos, de pésima calidad en cuanto a sonido se refiere, son considerados hoy como objetos de culto en muchas regiones de Europa y en México.
Sus desvaríos sonoros viajan entre el Bossa Nova, la Samba, la Rumba, la Balada y, sobre todo la experimentación vanguardista difícil de encasillar en algún género.
“A Nadie” su más reciente obra (2009), está cargada como siempre de letras arcanas, tan propias a los clanes que se han formado en su nombre y de una música que per se es ya un reverendo y cojonudo viaje. Como nota adicional, el disco cierra con “Resurrección”, un tema instrumental compuesto ex profeso para el documental “Notas Discontinuas de México” elaborado en el 2004 por Rebeca Crespo en torno a la vida de Corcobado.
Pocas veces se pueden contar más de 20 producciones discográficas en la carrera de un artista, más si consideramos que dicho hombre basa su vida en el ir y venir constante sobre los escenarios, el imaginario propio y, por si esto fuera poco, se dedica además en los pocos ratos libres que quedan entre disco y disco a la escritura de poemarios o novelas.
Pero Javier Corcobado es así, es un tipo al que le sobran las onomatopeyas, las abstracciones y las metáforas con las que suele mascar y escupir entre las nalgas de un verso; es el murciélago herido de nube que posee una arritmia única en el uso de un lenguaje que adoptó por necesidad (o viceversa), pero que para sus parasitarios fines de cantarle al todo y a la nada al mismo tiempo ha hecho suyo como nadie.
Desde hace mucho que Corcobado se instauró como uno de los músicos y compositores más emblemáticos de la España oscura, de esa otra España que habita los sótanos con sus plagas de andróginos seres que reptan lo mismo que se abrazan con las uñas recién pintadas de fracaso.
Nacido en Frankfurt, Alemania, Corcobado llegó joven a la Madre Patria para cogérsela por el culo desde entonces y donde pronto fue conocido, primeramente como el Duque del Ruido y posteriormente, con un título más soberbio, como el Príncipe del Underground.
Si se nos ocurriera un concurso para definir quién puede poseer el epígrafe del “Cantautor más pacheco”, seguramente Corcobado estaría entre los finalistas. Sus primeros materiales discográficos, de pésima calidad en cuanto a sonido se refiere, son considerados hoy como objetos de culto en muchas regiones de Europa y en México.
Sus desvaríos sonoros viajan entre el Bossa Nova, la Samba, la Rumba, la Balada y, sobre todo la experimentación vanguardista difícil de encasillar en algún género.
“A Nadie” su más reciente obra (2009), está cargada como siempre de letras arcanas, tan propias a los clanes que se han formado en su nombre y de una música que per se es ya un reverendo y cojonudo viaje. Como nota adicional, el disco cierra con “Resurrección”, un tema instrumental compuesto ex profeso para el documental “Notas Discontinuas de México” elaborado en el 2004 por Rebeca Crespo en torno a la vida de Corcobado.
Tracklist:
1) A nadie
2) ¿Por qué estoy tan triste?
3) La canción del viento
4) En el coño del mar
5) Soy un niño
6) El futuro se desvaneció ayer
7) Hoy no voy a cantar ninguna canción de amor
8) Caballitos de anís
9) Si te matas
10) François de vacaciones
11) Resurrección
Soy una infección
de contradicción
y no tengo alergia a la alegría…
de contradicción
y no tengo alergia a la alegría…
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