Para iniciar el mes, les dejo este disco de antaño de Jean Michel Jarre titulado en español Esperando a Cousteau, obviamente dedicado al gran oceanógrafo frances del mismo nombre. Este disco es un tanto ecléctico ya que por un lado Jarre hace uso del ritmo antillano conocido como Calypso, como un homenaje a una de las regiones con mayor diversidad marina pero al mismo tiempo para homenajear al barco de Cousteau del mismo nombre. Jarre se hace acompañar por musicos de Trinidad y Tobago (The Amoco Renegades), los cuales le imprimen con el sonido de los steeldrums ese ritmo festivo que las tres primeras piezas tienen, conjugando con los sintetizadores e instrumentos electrónicos mismo que hacen una verdadera mezcal de ritmos locales y modernos. Este disco todavía alcanzo a salir a la venta en LP, por lo que el lado A corresponde Calypso 1, 2 y 3.
Pero lo verdaderamente asombroso, se encuentra en la pieza que da nombre al disco. Contrario a la musica de Jarre, esta pieza es un verdadero portento de lo que se conoce como ambient carece de melodía y de estructura ritmica pero es un verdadero viaje a través de las profundidades marinas. Comenzamos el viaje sumergiendonos en las tibias aguas del Mar Caribe, abandonado los sonidos habituales en la superficie y dejandonos llevar por el sonido emitido por las burbujas que escapan de la escafandra. Poco a poco nos adentramos en el mar y los sonidos lejanos de seres marinos que no podemos ver van llenando el ambiente mientras que una sensación de paz y de relajamiento que este paisaje nos proporciona se apodera de nosotros. Asi transcurre este viaje por 46 largos minutos¡¡¡ el cual concluye cuando los sonidos de las profundidades se escuchan cada vez mas lejanos. En la versión del LP esta pieza dura 10 minutos menos por las limitantes que los discos de acetato en cuanto a espacio pero el cd permitio tenerla completa. Definitivamente es una pieza no solo para oír sino también para sentir.
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