Librándola

Librándola por ri60

Eran las 10 de la noche en Oaxaca y nos disponíamos con unos amigos a irnos a La Mona a fumar mota - . La Mona es un mirador con una hermosa vista a la ciudad, y conocido por que ahí cae toda la banda a chupar, fumar y una que otra parejita se va a fajar.

Cuando llegamos sólo habían dos camionetas como a 50 metros de nosotros, no le dimos importancia y empezamos a despicar una hermosa cola que traíamos de SanJo, material excelente. Sin darnos cuenta una camioneta se dio la vuelta y antes de darnos cuenta ya estaba al lado de nosotros, ¡eran los malditos policías! Mi amigo Alex que era el que despicaba entró en pánico y no hizo más que botar la cola por ahí cerca. Los policías nos interrogaron:

- ¿Qué hacen aquí chavos? – No teníamos ni siquiera una chela o un cigarrito en la mano para decir – Estamos chupando o fumando un cigarrito jefe -.

Estamos viendo la lluvia – dijo Carlos improvisando –

¿Cuál lluvia? Si ni siquiera esta lloviendo – Dijo el comandante.

¡Veeeerga! – pensé – Pero los policías (que eran 2 tiras paramilitares súper- entrenados de un grupo especial que ya no recuerdo) sólo se limitaron revisarnos ligeramente y a decirnos – Tengan cuidado chavos, porque aquí está muy peligroso – y es que la verdad ahí si esta medio chacalón.

Los tiras estaban por retirarse y nosotros por agradecer a Jah por que se largaran cuando uno de los oficiales del orden dio una vuelta al auto en el que íbamos.

Yo sólo escuche – ¿Que es esto? – en voz del tira.

¡Veeeerga! – Volví a pensar – Ahora si estamos trabados.

El tira sacó lo que había en la bolsa y como en cámara lenta cayó la cola. Inmediatamente ¡CORTARON CARTUCHO Y NOS APUNTARON!

¡De rodillas cabrones! – dijo el comandante – Ahora si ya se los cargó la verga. Nos empezó a marear con un chorote: Son mas de 250 gramos, con esto se van directo a la PGR, no tienen derecho a fianza, déjenme le hablo a transito para que nos ayude a llevarnos el coche, etc.

Nosotros de rodillas sólo decíamos cosas como: Aguante jefe, no estamos haciendo nada, no somos malillas ni delincuentes, aliviánese, sólo es mariguana. El comandante estaba ensordecido, sobre todo porque un chavo de los que iba no fumaba y se puso a llorar, el tira se dio cuenta y pensaría – estos weyes son fresitas, ya sacamos para la cena pareja, harán hasta lo imposible por que los dejemos ir –

Todos mis cuates nerviosos hablaban y gritaban a los policías – aliviánese jefe, vamos a arreglar las cosas aquí en corto nada más, no es necesario que nos lleven. Yo ya había tenido varios encuentros con la tira, así que me precedía un poquito de experiencia en este caso y traté de tranquilizarme, sabía que TODOS los tiras tienen un precio y pues que sólo había que negociar. Y así fue.

El comandante decía – No chavos, no van a comprarnos, si se enteran nuestros superiores nos puede ir muy mal – En eso simuló que hablaba por el radio para pedir una grúa para que se llevara el auto, y casi nos cagamos, pero me di cuenta de que no habló realmente, entonces sólo quería espantarnos.

Me acerqué al otro tira, no el comandante, y le dije – que onda carnal (porque se veía mas joven que el comandante) dile a tu jefe que se aliviane, no estábamos haciendo nada, que nos revise si quiere, no traemos armas, nada, sólo mota, El tira dijo – simón, nada mas aguanten porque le están haciendo mucho ruido, ya no lo castren tanto y mejor pónganse a juntar la feria que traen para que lo convenzan. Fue entonces cuando empezó el "estira y afloja".

Sólo dije a mis compas, saquen todo el dinero que traen, había quien si traía feria y llegamos a juntar $ 1,200. Se los ofrecimos al comandante y riéndose dijo – No chavos, eso no es nada, yo no me voy a arriesgar a perder mi trabajo por “tan poquito”, ¿O tu si te arriesgarías? le dice a su pareja – Aunque yo observé como le brillaron los ojos al culero.

Volvimos a hacer la baquita y juntamos 3 celulares. El tira tampoco cedió. Aunque ya le faltaba poco para que llegáramos al precio. Yo dije – también mi reloj jefe -. Mis compas hicieron coro – Los nuestros también – En total fueron 4 relojes.

El comandante sacó una bolsita, cómo si ya fuera cosa de rutina, y nos dijo – OK chavos, nada mas por esta ocasión se las vamos a pasar, echen todo aquí, pero ni se les ocurra ir de llorones al cuartel porque les va a ir muy mal, sus huellas están marcadas en la bolsa de mota que traían, así que si intentan hacer algo los vamos a trabar (Jajajajaja, en esa parte si se la mamó la neta).

Los tiras se fueron con una gran sonrisa en la cara. Nosotros nos quedamos aguitados. ¡Vale verga! –pensé – pinches tiras putos, que se pongan a joder a los verdaderos delincuentes, SI TAN SOLO FUERA LEGAL LA MOTA NO ESTARIAMOS PASANDO POR ESTO.

No estoy a favor de la corrupción, pero tampoco voy a permitir que me lleven a la cárcel por estar fumando Mi Hierba, Nuestra Hierba.

Ese día puedo decir que sufrimos un ASALTO A MANO ARMADA Y CON PERMISO PARA HACERLO.

¡Despenalización por el uso de drogas!

¡Fuera estado de nuestro cuerpo!

¡Desaparición de “puercos especiales” que sólo reprimen a la juventud!

¡Legalización de la Mariguana YA!