19 de marzo de 2008

Poemas

"Estoy tan acostumbrado a vivir que ni
Cuenta me dí cuando me volví Zopilote"


Cae plomo,
Están dormidas las ciudades.
EL lobo no aulló frente a la luna, el ritual quedó a medias.
Se desliza entre sombras un amor sín tregua.
La duda quedó al aire: escaparate de reproches.
Flores en la ventana por si vuelves: formula fallida
A pesar de todo,
no hay lugar que guarde más el sabor que tu propia boca:
-nave ciega que no mira a través de sus alas-.

La princesa se ha escapado,
Mientras soñé que era un pájaro inmenso, inmenso y negro
¿Puede el cielo Tocar el infierno a través de sus alas?
Docena de luces palpitantes corren.
El asfalto se fuma tus huellas "melodía incandescente de sueños".
El viento lamió tu piel,
Arrastro tus ropas hasta la hoguera.


Encontré a la presa,
La rondo.
Cuelgan harapos en mi cuerpo, pedazos de nostalgias muertas
¿Puede caber en tus manos todo mi cuerpo?
Las plumas no pueden asirte,
El aire huele a tu perfume,
Pero me lamo tus restos.

Vuelo a través de calles de ciudades desiertas
Ha despertado mi yo asesino,
El amanecer se traga tu último suspiro.
Y aún no he besado el diablo de tu boca.


PEQUEÑA CONFECION

Y entre el ir y el devenir "retando al porvenir" me siento exhausto de mi, de todo; en medio de todo este flaqueo cotidiano renace la esperanza al verte descrita entre líneas que quizá pierden la esencia misma de la comunicación. ¿Para que deslizar los dedos entre teclas que no traspasan mas que mis ojos? Y después, sólo símbolos pragmáticos inofensivos al sentir; un estrecho callejón donde una tenue luz de lámpara parpadea y ahora, me detengo para poder oír tu música que se lleva el aire de la noche-"prisionero en las alas de algún segundo"– que se rompe, que se escapa del horizonte donde la luz plateada y rojiza no son mas que las venas mismas de la tierra pariendo bajo el ojo oscuro del cielo. Todos corren. Corremos para no ver la sangre que escapa entre las nubes de los días gastados, por un sinfín inagotable de querellas vacías, “como luna irrepetible”. Hay tanto que sentir por espacio de tres latidos prisioneros de la soledad.
J. Zeuxis. 261003

3 comentarios:

RîCARDO dijo...

Buen poema carnal. Se nota una cierta influencia del maestro Cruz acaso?. me gusta tu estilo, ojala postees algo mas de poesia.

ictius dijo...

zacatlan de las manzanas!

Oscar dijo...

buen poema carnal, se nota que divagas brother; si algun dia quieres intercambiar lecturas pachecas o postear algo visitame.
http://divagandogacho.blogspot.com/

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